Un gato travieso andaba retozando por todo el vecindario: corriendo por callejones, subiendo por escaleras, metiéndose en los sótanos.
Molesto, uno de los vecinos tocó a la puerta del "amo" del felino y se quejó:
-Su gato anda corriendo por todas partes como loco.
-Ya lo sé -reconoció el hombre-. Como lo acaban de castrar, está cancelando sus compromisos.